Red Eléctrica Española (REE) y Enagás constituyen las dos infraestructuras energéticas claves de España. El Estado manda, pero como accionista minoritario.

En un momento en el que el déficit de tarifa constituye una de las grandes losas de la política económica del Gobierno Rajoy, va Red Eléctrica de España y tira la toalla, con un dividendo extraordinario (pay-out del 64%), justo en el momento en que convendría emplear ese dinero en mejorar la red además de en reducir el coste de los peajes. Desde luego, las eléctricas no han tenido tan buenos resultados.

Quizás sea esa la consecuencia de privatizar redes estratégicas, que mejor estarían en manos del sector público y no fondos de inversión a los que el servicio eléctrico, y el gasista, en España les trae completamente sin cuidado.

De postre, el presidente saliente de REE, el ex ministro socialista Luis Atienza se ha embolsado más de 800.000 euros, un salario que su sucesor verá recortado tras las medidas del Gobierno Rajoy de recortar el salario a presidentes de empresas públicas. ¿Cómo ha podido hacerlo? Pues quizás porque la SEPI aún es el primer accionista de Red Eléctrica y al parecer al nuevo presidente, el popular Ramón Aguirre, sustituto del socialista Enrique Martínez Robles, no ha estado lo suficientemente listo.

En cualquier caso, el problema no es ese, pues hablamos del salario de 2011 y de la conciencia social de don Luis Atienza. El problema es que una empresa pública que explota en monopolio una infraestructura básica no debe estar al servicio de sus accionistas sino del servicio que presta la sociedad. O sea, que mejor la re-estatización.

Por el momento, en REE le han metido un gol a don Mariano Rajoy.

Eulogio López

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