Sr. Director:
El dilema que se plantea con la selección prenatal del sexo y el aborto ilegal, es que, aún si Alemania limita la aplicación del DGP para evitar al máximo la selección del sexo de los bebés, sus vecinos están flexibilizándolo y sometiendo cada solicitud al análisis de un consejo de ética.

En una resolución de noviembre de 2011, el Consejo Europeo señalaba que "la selección prenatal del sexo ha alcanzado dimensiones preocupantes". Pero la Unión Europea no tiene facultad para intervenir en la materia; las leyes que regulan el aborto pertenecen al ámbito de la política sanitaria de cada país.

Es por eso que Bruselas tampoco puede exigirle a Albania o a Macedonia que ponga coto al aborto selectivo de los fetos de sexo femenino en sus territorios como condición para aceptarlos en el bloque comunitario.

Quienes se ocupan de este tema lamentan que el tópico no haya sido tocado todavía en el Parlamento Europeo. A sus ojos, cambiar la situación no pasa por endurecer las leyes relativas al aborto, sino por mejorar las condiciones sociales, reducir la pobreza y promover el trato igualitario de las mujeres en las sociedades donde se presenta esta problemática.

Enric Barrull Casals