Y proseguía Herrera que el partido se siguió en España, a pesar de la broma de la Sexta, que sigue sin verse en muchas partes de nuestro país. Estuvo la ministra de Educación, que fue el primer partido de baloncesto que vio en su vida y opinaba Herrera que podía haber ido alguien más. Rodríguez no pudo ir porque estaba en la inauguración del curso político en León, y allí dijo que va a subir las pensiones y habló de los dos asuntos tenemos los ciudadanos que posicionarnos: la inmigración irregular; ayer sólo, 1.500 subsaharianos. Y se van a quedar, porque se prima al que llega con quedarse. Y como no se devuelven, cada día vendrán más, y Rodríguez lo quiere arreglar con el 0,7% del PIB, y si eso sirve para que en 20 años estén desarrollados, vale. Y los llevan a Murcia, Valencia, menos al País Vasco. Y el segundo gran asunto que preocupa ahora, decía Herrera, la misión del Líbano: ¿seguirá utilizando Zapatero el argumento de Irak, a la que España no envió ni un solo soldado? ¿A qué van al Líbano? ¿van a desarmar a Hezbulá, la guerrilla que ha organizado Irán, el amigo de España gracias  a las artes de Felipe González? Con menudo asunto reaparece González. ¿Es sensato que los españoles ahora sean más amigos de Irán que de EEUU?, todas estas preguntas hacía Herrera esta mañana.