Razonamiento perverso : los socialistas dejan de pagar a La Caixa o le ordenan a La Caixa que les condone un crédito-. No lo hacen por maldad, sino porque no tienen dinero para realizar su democrática e imprescindible función política. Por tanto, hay que darles más dinero. ¿Qué dinero? El suyo y el mío.

La Caixa ha condonado créditos a PSC y ERC, pero defiende que todos los bancos y cajas de ahorros se encuentran sometidos a parecidas presiones. Por tanto, la entidad que preside Ricardo Fornesa no exige una reforma de la normativa sobre financiación de los partidos, sino transparencia total y en tiempo real de las relaciones entre bancos y cajas de ahorros con partidos políticos. En otras palabras, piden que se suprima el secreto bancario cuando se trate de formaciones políticas.

Dicho secreto bancario está roto, por así decirlo, en España por la existencia del Tribunal de Cuentas. Sin embargo, este Tribunal trabaja con mucho retraso, por lo que no puede considerarse una fuente adecuada. La Caixa llevará a la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) esa petición, con el fin de institucionalizarla.

El trato de favor al PSC y a ERC ha generado todo un debate en España sobre la financiación de los partidos. Se habla de un pacto parlamentario para aumentar las ayudas públicas. Ahora bien, ¿no sería mejor suprimir los créditos públicos y reducir los gastos de los partidos? Por ejemplo, poner un límite a la publicidad electoral? (eso no conviene a los editores, pero la ciudadanía les quedaría muy agradecida).

Otros proponen que los partidos se alimenten de los salarios de los cargos públicos (de entrada, un diputado sale por 3.000 euros al mes, más toda una serie de gabelas, como viajes, hoteles, comidas, despacho, secretarias, etc.). ¿Qué mejor que colaborar con una parte de su sueldo al sostenimiento del partido? Y lo mismo puede decirse de diputados autonómicos, concejales, cargos de libre designación en entes autónomos y en empresas públicas, etc. Ya saben: vocación de servicio al pueblo.

Y por cierto, ¿no dice el PSOE que la Iglesia deben financiarla sus feligreses? Pues a los partidos políticos que los financien sus afiliados. Y a los sindicatos sus sindicados. En ese caso, la Iglesia sufriría poco, una mínima parte, pero los partidos y sindicatos simplemente entrarían en quiebra. La Iglesia perdería unos 30 millones de euros, pero el PSOE y el PP, CCOO y UGT deberían declararse en suspensión de pagos y cargarse a toda la plantilla.

Al final, reducir el costo de los partidos políticos es una decisión de los partidos políticos. La Caixa, por contra, se conforma con que la ley le obligue a enseñar sus relaciones financieras con este tipo de clientes tan especiales. Y está segura de que la CECA apoyará una propuesta de este tipo.