Está claro : se puede permitir una matanza, pero enseñar las imágenes a los responsables resulta de mal gusto, sobre todo si es después de comer y más aún si se trata de abortos, que como todavía no se les ha visto la cara sino a través de la ecografía, pues no son personas. Que se lo digan a este británico, encarcelado precisamente por enviar imágenes ofensivas a la directora de una clínica abortista. Lo cuenta Noticias Globales