Con pompa y boato el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha aprobado el nuevo plan de Infraestructuras del Transporte, con varias frases mágicas. La primera, la creación de 150.000 puestos de trabajo : la segunda, la duplicación de la actividad aeroportuaria. Pero la tercera es la más impactante: son los 9.000 kilómetros de vía férrea de alta velocidad con los que contará España, hasta que más del 90% de la población disponga de un AVE a menos de 50 kilómetros. Es impactante esto de los 50 kilómetros, y en verdad bello si no fuera porque era el mismo mensaje publicitario, exactamente el mismo, que ya vendiera Francisco Álvarez Cascos con el Gobierno Aznar, cuando presentó, una docena de veces, los aves que recorrerían España. Eso sí, él los presentaba en forma radial, mientras que doña Magdalena Álvarez, para darle originalidad a la cosa, no habla de radios, sino de mayas.

Es lo bueno que tienen los planes de infraestructura: pueden venderse una y otra vez incluso por gobiernos de distinto signo. La moda la empezó José Borrell, hace más de diez años, cuando vendía planes de infraestructuras hasta el 2016 ¿Y por qué no hasta el 3.001?