En Estados Unidos sólo quedan dos ideologías: pro-vida frente a pro-choice. En la vieja Europa sólo quedan dos ideologías: cristianos frente a cristófobos.

La prueba: Rodríguez Zapatero habló el jueves en el Círculo de economía catalán. Los empresarios presentes le acusaron de elusión política, por no atreverse a realzar ninguna reforma en profundidad, especialmente la reforma laboral. ZP se rasgó las vestiduras. ¿Elusivo él? ¡Pero si ha lanzado una ampliación del aborto! A partir de ahí se produjo una dramática de opiniones entre el público asistente: unos consideraron que ZP es un miserable; otros, que se trata de majadero. Los primeros argumentan que el presidente del Gobierno se enorgullece de promocionar la muerte de inocentes, lo cual es propio de canallas; los segundos, se preguntan qué tiene que ver la reforma laboral con el aborto y si la crisis económica se soluciona con el infanticidio.

Otra anécdota, protagonizada por el cabeza de lista del PSOE en las europeas, el ex ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar. Ocurrió cuando formaba parte del Gabinete, durante la entrega de los premios San Raimundo de Peñafort, insigne jurista pero, lamentablemente, santo canonizado. El carácter profundamente laico, es decir, cristófobo, de Aguilar le impedía otorgar al jurista su categoría, la de santo, por lo que no dejaba de referirse a las virtudes de Raimundo. Al fondo el sala se dejó oír una voz que aseguraba: Al menos ponle don. Pero creo que se quedó sin San y sin don. Y no llegamos a los de Raimon de Peñafort por muy poco.

Estas grossen chorradem son las que diferencian a la clase política española.

Y del PP puede decir lo de siempre: centro reformismo y tibieza respecto a los valores no negociables.

Por cierto, ojo a Holanda, país que no se erige por los valores no negociables pero al que no le gusta Eurabia, ni el poder del Islam, por ejemplo de Turquía, el socio de Zapatero, en la Unión Europea. No sé si el PVV es de ultraderecha, pero sí sé que los holandeses tienen menos complejos que los españoles.

En cualquier caso, el domingo más vale atenerse a los valores no negociables, porque en eso radica la verdadera alternativa en Europa y la libertad posible en el continente. A saber:

1. ¿Qué es el derecho a la vida? La primera libertad.

2. ¿Qué es la familia? Una célula de resistencia a la opresión. La única institución donde a las personas se las mira por lo que son no por lo que aportan.

3. ¿Qué es la libertad de enseñanza? La mejor defensa guerrillera de la persona y de las familias para enfrentarse a los poderes depredadores del Estado y de las grandes corporaciones empresariales: educar chavales capaces de defenderse de las arremetidas de los poderes públicos -políticos- y parapúblicos -poderes económicos e informativos-.

4. ¿Qué  es el bien común? La defensa de la propiedad privada convenientemente distribuida, frente a los intentos, asimismo depredadores del Estado y de las multinacionales. Habrá que repetir, con Chesterton que la pugna del siglo XXI no es entre propiedad pública y propiedad privada, sino entre los grandes y los pequeños: ¿Qué más me da que todas las tierras del Condado pertenezcan al Estado o pertenezcan al Duque de Sutherland?

¿Que son elecciones europeas? Ya lo sé y eso sólo significa que todos estos peligros para  la libertad se juegan en campos grandes, se hacen paneuropeos. Por eso Europa debe ser subsidiaria, porque si perdemos el partido europeo no estaremos ante una dictadura en un de los 27 países miembros sino en los 27 en su conjunto.

De hecho, las europeas son las elecciones políticamente menos importantes e ideológicamente más relevantes de todas.

Estas son las razones por las que el día 7 votaré a Alternativa Española (AES): veo que entre los pocos partidos que concurren y que defienden los principios no negociables, es el que más oportunidades tiene de defender esos principios y de obtener un diputado. El domingo lo veremos. A lo mejor el cambio comienza un 7 de junio de 2009.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com