El pasado 27 de octubre se cumplieron 40 años de la aprobación de la ley que despenalizó el aborto en el Reino Unido.Lord Steel, padre de la propuesta, afirma que "todo el mundo puede estar de acuerdo en que hay demasiados abortos". En The Guardian, el ex diputado, dice que el aborto está siendo usado de una manera irresponsable y se ha llegado a considerar un método de anticoncepción más, que las mujeres usan cuando las cosas van mal. Admite que, cuando impulsó la reforma, no imaginaba que se llegaría al número actual de abortos. Los cardenales Keith O'Brien y Cormac Murphy-O'Connor, presidentes de las conferencias episcopales escocesa y de Inglaterra y Gales, en una carta conjunta con motivo del triste aniversario, piden un cambio en mentes y corazones, que lograría reducir enormemente el índice de abortos "incluso sin cambio de la ley". Dicen que el aborto sólo puede ser una "fuente de aflicción y angustia para todos nosotros". Recuerdan que la Iglesia ha estado durante muchos años a la vanguardia para ofrecer atención material, emocional y espiritual a las mujeres y a los bebés necesitados, y que trata de ayudar a las muchas mujeres y hombres, que sufren pena, dolor y pérdida tras la experiencia de un aborto. Las soluciones al problema del aborto se centran en ofrecer alternativas y apoyo a las madres y familias con dificultades. El derecho a hacer una auténtica elección es precisamente lo que muchas mujeres que se someten a abortos dicen no tener. Clemente Ferrer Roselló clementeferrer@yahoo.es