Bush calla, los obispos hablan

Los obispos norteamericanos invitan a votar a partidos que defiendan la vida. La verdad es que los obispos están dando una lección soberana de coherencia, exigiendo a electores y elegidos católicos que cumplan los cinco principios no negociables del Papa Benedicto XVI, empezando por el derecho a la vida del más indefenso e inocente: el nonato.

La verdad es que ellos lo tienen más fácil que sus colegas españoles. Veamos: allí hay dos partidos básicos: el demócrata, que se ha convertido en adalid del infanticidio, al menos con Barack Obama, y el republicano, donde se dan posturas en defensa de la vida y otras que admiten el asesinato del no nacido en determinados supuestos. Pero, en estas elecciones, la cosa está clara una candidatura la componen un obseso del aborto, ese personaje-máscara que es Barack Obama, y un católico por el derecho a decidir, un Joe Biden que es la marca misma de la incoherencia. Como aquel profesor universitario, que al encontrarse en primera fila a una señorita de pechuga generosa y exhibida, se volvió hacia ella y le dijo: Señorita, o enseña usted o enseño yo, pero los dos a un tiempo es imposible. Pues eso, católico y abortista: imposible.

En el banco republicano tenemos a un McCain que tras un pasado tibio en la materia se ha alineado con la postura de su segunda y aboga por la vida.

Ergo, ¿están los obispos norteamericanos apoyando el voto a los republicanos? Sí, desde luego, aunque no citen formaciones políticas. Pero la culpa no es de los obispos, sino de los demócratas.

En España es más complejo, porque tanto el PSOE como el PP están con el mercado de la muerte. La única diferencia es que el PSOE quiere batir todas las marcas posibles de aborto mientras el PP se conforma con una ley de consenso, que vaya usted a saber qué quiere decir,

De todas formas, Obama es un hombre equívoco, más retórico que dialéctico. En cuestiones morales -salvo en el aborto que, insisto, para él constituye una obsesión homicida- a Obama no se le entiende. Por ejemplo, el 'homomonio'. McCain y Palin proponen lo que ya intentara George Bush: una ley federal donde se aclare que matrimonio es lo compuesto por un hombre y una mujer. Para Obama, cada Estado debe legislar a conveniencia, una especie de generalización de bodas y divorcio en Las Vegas, supongo. Lo dicho, este chico es un progre. Si de algo les sirve a los norteamericanos la experiencia española es que los políticos que no hablan claro en campaña tienden a la radicalidad una vez llegan al Gobierno.

En el entretanto, Obama continúa aumentando la ventaja sobre McCain y lo que más llama la atención es el feroz silencio de Bush en apoyar a su correligionario. Lo mismo hizo Gore con Bill Clinton en 2000, y la jugada no le salió nada bien.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com