Sr. Director:

¿Por qué muchos asistiremos con nuestras familias a la manifestación que convoca el Foro de la Familia? ¿Por qué a la misma se han adherido más de mil instituciones de España y del extranjero? También personalidades de la vida pública de derechas e izquierdas de todos conocidos. Es que la familia y los niños si que importan de verdad. Pues hay más preguntas que me hago y traslado al lector.

¿Por qué esa obsesión de ZP y de los extremistas del homosexualismo en legalizar los mal llamados matrimonios homosexuales? ¿Qué hay detrás de toda esta acción? ¿Por qué se han pronunciado en contra los sabios de Consejo de Estado, el Consejo General del Poder Judicial, la Academia de Jurisprudencia, las distintas confesiones religiosas, etc.? ¿Por qué el presidente Rodríguez no tiene en cuenta el veredicto de estas prestigiosas instituciones? ¿Por qué están tan satisfechos los extremistas homosexuales con esta ley? ¿Por qué están tan preocupados los padres de familia, que verán que a sus hijos se les adoctrina de homosexualismo quieran ellos o no? ¿Por qué están tan preocupados los defensores de la libertad de conciencia con estas reformas cuando saben que si discrepan de esa ideología van a ser denunciados, procesados y reprimidos por lo civil y lo penal, como ya han intentado con las leyes actuales?

¿Acaso no van a imponer el lavado de cerebro a los niños y jóvenes amparándose en las nuevas leyes? ¿Acaso con los llamados cursos de educación sexual y homosexual no serán el camino para continuar la disolución de la persona, el cambio de conceptos en anatomía y la movilización de cualquier tipo de parafilia sexual que será exaltada por las expresiones artísticas y culturales? ¿Acaso con este proyecto, la naturaleza de la persona quedará engullida por la llamada «nueva cultura» que, desde el relativismo y el nihilismo, nos encamina hacia la abolición de lo humano? Pues, ala, por eso muchos vamos a la manifestación.

Ana M. Becerra

carvabece@terra.es