Lo único que se puede afirmar, lo único que es seguro a día de hoy, es que dentro de 80 días será Navidad. A partir de ahí, todo lo demás es absolutamente incierto. ¿Tendremos Presupuestos aunque sea prorrogados? ¿Convocará elecciones en marzo Pedro Sánchez o en diciembre junto con las andaluzas para fastidio de Susana Díaz que se lo está pensando? ¿Subirán las pensiones conforme al IPC tal y como quiere el Pacto de Toledo pero en contra del  FMI, desoyendo a Calviño, descolocando a Valerio mientras Montero tuerce el gesto porque le van a tocar el bolsillo?

Se trata de un asunto, este último, que tiene descolocado al personal. Lo está, por ejemplo, Unai Sordo, secretario general de CCOO, que ha mostrado su preocupación por "los mensajes cruzados" del Gobierno respecto al futuro de las pensiones y le ha exigido claridad, ya que considera que una de las peores cosas que se puede hacer es "lanzar incertidumbre" a la población. Bienvenidos sean los sindicatos a este periplo político del desconcierto que ha llevado a Nadia Calviño, en esta ocasión y bajo la atenta mirada de sus socios del Eurogrupo, a enfriar las expectativas y asegurar que para sostener el sistema de pensiones no podemos fijarnos solo en un parámetro: “Yo siempre he dicho, y es la posición del Gobierno, que se trata de un asunto en el que no podemos fijarnos solo en un parámetro como por ejemplo la actualización de las pensiones al IPC. Es necesario analizar la sostenibilidad teniendo en cuenta la evolución de toda una serie de variables”.

Valerio pide tranquilidad al FMI, al asegurar que está previsto que, “para poder revalorizar las pensiones con IPC, se tomen medidas para financiar el sistema

Y es en este momento cuando echamos mano de la hemeroteca, la maldita hemeroteca,   para saber que, quién tenía meridianamente claro que había que vincular la subida de las pensiones al IPC, era Pedro Sánchez cuando estaba en la oposición: “El sistema público de pensiones, perfectamente puede garantizar pensiones que evolucionen conforme al IPC como hacen en otros países. Lo que necesitamos es un Gobierno, un Gobierno que crea en el sistema público de pensiones y en el Estado del Bienestar y ese Gobierno, amigos y amigas, tiene nombre y apellido, el Partido Socialista Obrero Español”. Esto es lo que decía Sánchez no hace mucho y esto es lo que le dice el FMI al Gobierno, ahora: “las recomendaciones del Pacto de Toledo no deberían plasmarse en mediadas legislativas porque podría peligrar el sistema al provocar un aumento de hasta cuatro puntos en el PIB”. A lo que la ministra Magdalena Valerio responde pidiendo tranquilidad al Fondo al asegurar que está previsto que, “para poder revalorizar las pensiones con IPC, se tomen medidas para financiar el sistema y en general toda la seguridad social”.

Así que volvemos a la casilla de salida ocho años más tarde, pero con 60.000 millones de euros menos en la maltrecha hucha de las pensiones, siendo un país de viejos y con el gasto del sistema marcando máximos cada mes y tocando los 9.200 millones de euros el pasado septiembre. No parece que el Pacto de Toledo haya trabajado muy duro en últimos años.

Además, para el viaje que nos llevar a plantear el IPC de nuevo como referencia, tal y como sucedía hasta que en 2010 el Gobierno de Zapatero tuvo que congelar las pensiones, no habrían hecho falta tantas alforjas. Nos podríamos haber ahorrado la cantidad de estudios, reuniones y deliberaciones que parecen haber servido de bien poco.

“Dice el FMI que las recomendaciones del Pacto de Toledo no deberían plasmarse en mediadas legislativas porque podría peligrar el sistema. Nada menos"

Esto también lo debe de pensar Christine Lagarde que, así como quien no quiere la cosa y aparte de afearle sus intenciones en materia de pensiones, le ha marcado la agenda al Gobierno. Porque el FMI no solo ha hablado de IPC y pensiones sino que ha reclamado al Ejecutivo toda una agenda de reformas para aplicar en los próximos meses…, si es capaz de mantenerse en el poder, claro. Empieza diciendo que España ha recuperado el terreno perdido durante la crisis con un crecimiento económico que ha generado abundante empleo gracias a las reformas pasadas. Pero a continuación advierte de que el ciclo económico está llegando a su madurez y de que hay varios riesgos a la baja que ensombrecen el panorama a medio plazo.

Y, para conseguirlo, el país tiene que apostar necesariamente por dos ámbitos de las políticas públicas que son fundamentales en estos momentos: relanzar el ajuste fiscal estructural y preservar el espíritu de las reformas. Y de ahí salen los mensajes principales que tenía preparados el organismo para el equipo de Pedro Sánchez:

Ajustar las cuentas un 0,5%cada año hasta que desaparezca el déficit y la deuda empiece a bajar de forma sostenible. Esto supone ajustar, de media, unos 6.000 millones al año. El Gobierno, de momento, solo se ha comprometido a hacerlo en 2019 y no está tan claro que vaya a ser capaz de sacar adelante los Presupuestos

El Fondo plantea una serie de recomendaciones, entre otras, reconstituir los colchones fiscales que quedaron agotados durante la crisis; un paquete de medidas en materia de pensiones que sea sostenible e integral para aliviar las tensiones que aquejan al sistema; mantener la reforma laboral y…advierte: “cuidado”, con las subidas del SMI. 

Ay... ¡cómo es esta Christine! Si nadie quiere escuhar estas verdades y mucho menos estas certezas.