El año 2019 ha comenzado con buenas noticias para los ciudadanos cuyas retribuciones dependen del Boletín Oficial del Estado. Los trabajadores que cobran el sueldo mínimo, los pensionistas y losfuncionarios verán incrementado su poder adquisitivo, aunque la cosa no es para tirar cohetes, mientras la mayoría de los asalariados que forman parte de la cada vez más sufrida clase media, verán cómo el nuevo año supondrá más presión fiscal y subidas de precios en tarifas de servicios esenciales como la luz, los carburantes o las telecomunicaciones, algo de lo que se ha hablado bastante estos días.

Pero si nos centramos en un asunto en concreto, el de las pensiones, hay aspectos importantes que debemos conocer. El trabajador que piense jubilarse este año con el 100% de la pensión, tendrá que tener cumplidos 65 años y ocho meses, dos más que el año pasado. Algo que contará con excepciones porque los que llevan a cuestas una vida laboral dilatada, podrán retirarse con su pensión íntegra a los 65 años siempre que tengan cotizados al menos 36 años y nueve meses. 

No hay que olvidar que, por cada ejercicio, ese periodo crece en tres meses hasta que, en 2027, aquel que quiera retirarse a los 65 tendrá que tener cotizados como mínimo, 38 años y seis meses.

El nuevo año también traerá modificaciones en la jubilación anticipada porque se retrasa hasta los 63 años y ocho meses

En 2019 también habrá cambios respecto a los años que se tienen en cuenta para calcular la pensión y que sumarán 22. Desde 2013 se abrió un periodo transitorio hasta el 1 de enero de 2022 en el que el tiempo de cotización exigido para calcular la pensión pasará de forma progresiva desde los 15 años a los 25 años. A cada ejercicio, a contar desde 2013, se le va sumando un año hasta completar los citados 25. La tendencia, no obstante, y según ha dicho el secretario de Estado para la Seguridad Social, es que se contabilice toda la vida laboral

El nuevo año también traerá modificaciones en la jubilación anticipada porque se retrasa hasta los 63 años y ocho meses. Además, para acceder a esta modalidad son necesarios al menos 35 años de cotización, y por cada trimestre de adelanto respecto a la edad oficial de jubilación la pensión sufrirá una penalización progresiva que irá desde el 2% de la base reguladora, si se han cotizado menos de 38,5 años, hasta el 1,625% si se superan los 44,5 años cotizados.

En el caso de jubilación forzosa, ésta se podrá aplicar hasta cuatro años antes de la edad legal de retiro y serán necesarios 33 años de cotización como mínimo; la penalización irá, en este caso, desde el 1,875% por trimestre adelantado para menos de 38,5 años cotizados, hasta el 1,5% para más de 44,5 años cotizados.

En 2019, al igual que ocurrió el año pasado, las nóminas de los jubilados subirán con el IPC después de que se desterrase el incremento del 0,25% que establece la ley de pensiones aplicada los últimos cinco años, hasta 2018.

En 2019, al igual que ocurrió el año pasado, las nóminas de los jubilados subirán con el IPC 

La subida de las pensiones ya se convirtió en un campo de batalla política en los Presupuestos Generales de 2018. El alza inicialmente prevista por la ley de solo el 0,25% acabó en un incremento del 3% para las mínimas y del 1,6% para todas las demás, tras un acuerdo del Gobierno de Mariano Rajoy, el PNV y Ciudadanos. Esas alzas fueron las que, finalmente, el Gobierno de Pedro Sánchez aplicó cuando se tramitaron las cuentas.

Este ejercicio se volverá a repetir la misma operación porque el IPC se convertirá de nuevo en la referencia para la revalorización mientras que las pensiones mínimas crecerán, de nuevo, un 3%. Se trata de incrementos que, al igual que ocurrió en 2018, serán revisadas con los precios que resulten a final del ejercicio. Antes del 1 de abril los jubilados recibirán una paga que compensará la diferencia entre lo que subieron sus nóminas, un 1,6%, y la inflación media registrada entre diciembre de 2017 y noviembre de 2018, que fue del 1,7%. 

Factor de Sostenibilidad

¿Quién se acuerda a estas alturas del thrillersobre pensiones del Factor de Sostenibilidad? Prácticamente nadie. Puede que se haya olvidado la marcha atrás que se vio obligado a dar en este sentido el Gobierno de Mariano Rajoy. Lo hacía ante el PNV para que los nacionalistas vascos apoyaran los PGE de 2018. Una decisión por la que, la polémica reforma de las pensiones de 2013, quedaba en papel mojado.

El Factor de Sostenibilidad es un mecanismo de ajuste que liga la pensión inicial a la esperanza de vida

Pues bien, este mes estaba previsto que entrara en vigor el Factor de Sostenibilidad, un mecanismo de ajuste que hubiera ligado la pensión inicial a la esperanza de vida y, por tanto, recortado la prestación. Pero el pacto presupuestario retrasó su entrada en vigor hasta el año 2023, año clave porque comenzarán a jubilarse las generaciones nacidas entre 1958 y 1977, los hijos del “baby boom”.