El Purchasing ManagersIndex, cuyo acrónimo es: índice PMI (en español: Índice de gestores de compras) es un indicador macroeconómico que pretende reflejar la situación económica de un país basándose en los datos recabados por una encuesta mensual a las empresas más representativas, que realizan los gestores de compras. Es decir, y según los expertos, el IPM o PMI es un indicador diseñado para proveer una visión general de la actividad del sector manufacturero y actúa como indicador líder sobre la marcha de la economía. Cuando el IPM es menor de 50.0, indica que la economía manufacturera decrece, mientras que un valor por encima de 50.0 indica la expansión de la industria manufacturera.

En los mercados, sobre todo en el mercado norteamericano, este indicador es especialmente tenido en cuenta por los inversores hasta tal punto de que, cuando es malo o no coincide con las expectativas de los analistas, la bolsa suele caer y, cuando es bueno, suele subir.

Lo que refleja este indicador que acabamos de conocer no hace más que confirmar las advertencias del que se publicó en abril

Y aunque en España no tiene tanta influencia como tiene en Wall Street, lo cierto es que, y dada la situación económica europea en plena desaceleración, lo que muestre este índice puede anticiparnos si la situación de nuestra economía sigue marcando diferencia con el resto de países de la UE.

Y así ha sido hasta que se ha conocido el dato del pasado mes de mayo. Se publicó el lunes 3 de junio y mostró cómo, la incertidumbre política, ha frenado la actividad en el sector español. “La actividad del sector manufacturero español rozó el estancamiento en el mes de mayo como consecuencia de la debilidad de la demanda internacional, así como de la cautela a raíz de las recientes elecciones, lo que condujo al deterioro de la demanda interna y a una pausa en la contratación, según el índice de gerentes de compras del sector manufacturero, que se situó en 50,1 puntos, frente a los 51,8 de abril”.

"Las recientes elecciones han provocado cierta cautela entre las empresas en España, lo que incitó un deterioro de la demanda interna y especialmente de las carteras de pedidos de los fabricantes en mayo", decía en la nota de prensa Paul Smith, economista de IHS Markit, quien señaló también la incidencia del difícil entorno de demanda internacional, "ya que la demanda procedente de los principales mercados europeos, especialmente del sector automotriz alemán, está decayendo".

Si el PMI es alto sugiere que la compra de materiales está aumentando debido a una mayor demanda de producción, por tanto, percepción positiva de la economía

Uno de los factores que tuvo un impacto en el índice PMI fue que el nivel de nuevos pedidos cayó levemente en mayo. Dicha caída representó la primera contracción de los nuevos pedidos en tres meses, principalmente en el mercado interno. Es decir, que el mercado doméstico no se ha comportado también como suele hacerlo y suele tenernos acostumbrados. "Hubo informes que apuntaban parálisis en la demanda interna que algunos encuestados vincularon a la inestabilidad política", añadían los responsables de la encuesta.

De este modo, a medida que las carteras de pedidos se debilitaban, la producción en las fábricas españolas se estancaba. En concreto, el índice de producción se situó en 50 puntos en mayo, poniendo así fin a un periodo de crecimiento que se ha extendido durante cinco años y medio y que, no obstante, puede repuntar a pesar de que la confianza sobre el futuro “se ha colocado en su nivel más bajo en seis meses”.

Lo que refleja este indicador que acabamos de conocer no hace más que confirmar las advertencias del que se publicó en abril cuando, y a pesar de que concluía que España era la única potencia europea que esquivaba la recesión industrial, advertía de que nuestro sector estaba muy cerca del estancamiento.

“La actividad del sector manufacturero español se aceleró en marzo”, decía el PMI de abril,  “se situó en 50,9 puntos, frente a los 49,9 de febrero, “gracias al ligero aumento de la producción, de los nuevos pedidos y del empleo”.

"Las recientes elecciones han provocado cierta cautela entre las empresas españolas, lo que ha provocado un deterioro de la demanda interna"

Los analistas que participan en la elaboración del informe señalaban hace un mes que el sector manufacturero español presentaba una leve mejoría pero añadían que “las condiciones subyacentes continúan bastante débiles lo que sigue sugiriendo un estancamiento del sector", atribuido en ese momento a las dificultades del entorno internacional, en línea con la reciente desaceleración del comercio mundial, además de una demanda generalmente más débil de bienes de capital.

De tal manera que si el PMI es alto sugiere que la compra de materiales está aumentando debido a una mayor demanda de producción, por tanto, indica una previsión positiva para la economía. Por el contrario, si el PMI desciende, indica que la compra de materiales de producción está disminuyendo y esto es una previsión menos favorable para la economía.

Es decir que es una referencia especialmente importante para la toma de decisiones tanto de inversores, empresarios y analistas, que lo utilizan como una fotografía rápida del panorama industrial y que les pone en situación de optar por la prudencia o de tener un comportamiento más expansivo en su estrategia de negocio.