La ministra de Economía Nadia Calviño, y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, coincidían el pasado miércoles en la presentación del libro "Una visión macroeconómica de los cuarenta años de la Constitución Española", de José Luis Malo de Molina, ex director general del servicio de Estudios del BdE.

Justo un día antes, el gobernador del Banco de España, que el próximo 11 de junio cumplirá un año en el cargo, en el informe anual publicado por la entidad, mostraba su inquietud por la caída del ahorro y la vuelta del crédito en las familias de rentas bajas. Es decir, que algunas familias pueden estar siendo demasiado optimistas en este sentido y que un exceso de confianza en el futuro del empleo y en la evolución de sus rentas puede provocar que caigamos en los mismos errores que en la anterior crisis, pero con una notable diferencia: que la capacidad financiera no se emplea para invertir, sino que se utiliza para consumir.

Una circunstancia que a juicio del BdE puede afectar especialmente a los hogares más pobres, porque son precisamente ellos los que financian su consumo con crédito en una situación laboral especialmente precaria.

En los últimos años se ha producido un proceso de desapalancamiento "tremendamente intenso" por parte del sector privado, de las familias y de las empresas 

Y Nadia Calviño respondía a Hernández de Cos, tras la clausura del acto en el que ambos coincidieron, que es "indudable" que se tiene que ir recuperando la renta disponible de las familias, si bien afirmaba que "si una familia no puede llegar a final de mes, no puede ahorrar".

"El dinamismo de la demanda interna juega un papel importante en el crecimiento económico, que se mantiene robusto en la primera parte de 2019 gracias a la buena salud financiera de las familias", dice Calviño, quien, no obstante, ve "indudable" que "se tiene que ir recuperando el nivel de ahorro de la economía".

En cualquier caso, recordó que en los últimos años se ha producido un proceso de desapalancamiento "tremendamente intenso" por parte del sector privado, de las familias y de las empresas, lo que supone un "saneamiento" de las balanzas financieras del país y una reducción del endeudamiento. “Todo esto, en un momento dado, tendrá que dar lugar a un aumento del ahorro"…porque el crecimiento económico debe "llegar a todos", con medidas como el aumento del SMI.

El supervisor avisa de que, a pesar de la mejora del empleo, el gasto se debería contener en detrimento del ahorro 

Y todos recordamos que BdE fue el primero que alertó de que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros podría suponer la pérdida de 125.000 empleos, un 0,8% de los 16 millones de ocupados a tiempo completo que hay en el mercado laboral. He insiste ahora en que le inquieta que la recuperación de los salarios sea uniforme y apenas haya diferenciación por sectores y empresas, lo que implica que las subidas no están recogiendo la evolución de la productividad y siguen obedeciendo a una negociación colectiva centralizada. El Banco de España mantiene la necesidad de incrementar el atractivo de la contratación indefinida y de asegurar a las empresas la flexibilidad necesaria para ajustar los costes laborales en escenarios negativos, evitando una excesiva destrucción de empleo en periodos de recesión.

Es decir, que hay que salvaguardar la reforma laboral del PP, cueste lo que cueste. “Es poco productivo estar discutiendo sobre reformar o revertir reformas…. porque el mercado laboral está cambiando mucho. Tenemos que adaptar el marco legislativo a esta nueva realidad y no dedicar la energía a volver atrás o a revertir lo que se ha estado haciendo", y esto no lo dice Hernandez de Cos, lo dice la ministra Calviño que ha descartado que el Gobierno vaya a trabajar en una "contrarreforma laboral" y ha confirmado que los planes de Pedro Sánchez en materia de empleo pasan por diseñar un "nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI".

Es poco productivo estar discutiendo sobre reformar o revertir reformas…. porque el mercado laboral está cambiando mucho

Miedo me dan cuando utilizan metáforas seculares o hablan de confluencias planetarias. Sobre todo cuando Malo de Molina, al que denominaban el gurú económico del BdE, advertía durante la presentación de su libro que "lo acontecido durante la crisis puede volver a ocurrir", puesto que siguen sin corregirse los "desequilibrios y riesgos" que las instituciones hace 10 años ignoraron. Y “la economía no está preparada para ello”.