Este palestino, nacido de familia pagana cuando se iniciaba el siglo II, encontró la fe a través de la búsqueda de la verdad filosófica. En efecto, estudió los sistemas filosóficos más conocidos en su tiempo, como el pitagórico, aristotélico, estoico y especialmente el platónico, pero ni siquiera con este último se sentía satisfecho y con paz en su corazón y en su inteligencia. Cuentan que habló con un anciano que le aseguró que para encontrar
Pide la oración colecta de su Misa: "Señor, tú que has enseñado a San Justino a encontrar en la locura de la cruz la incomparable sabiduría de Cristo, concédenos, por intercesión de tu mártir, la gracia de alejar los errores que nos cercan y de mantenernos firmes en la fe. "Hoy día, en que la cruz no es siquiera una locura, sino que se desdeña, cuando no es motivo de irrisión y su creencia en ella se considera, por amplios e influyentes sectores, propio de mentalidades supersticiosas de siglos pasados, es preciso dedicar tiempo, como San Justino, a adquirir la formación que ayude, junto con la oración, a mantener la fe.
(Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar
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Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de
Pilar Riestra