El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que actuará con la “máxima firmeza” para devolver la normalidad a Ceuta tras la avalancha de migrantes subsaharianos en las últimas horas y ha pedido a Marruecos respetar las fronteras. Ha evitado, al igual que el resto del Ejecutivo, vincular esta crisis migratoria con la acogida en España del líder del Frente Polisario, que ha causado malestar en Rabat. Pero la llegada masiva de migrantes, que nunca había sido de tal magnitud, se ha dado bajo la pasividad de las autoridades marroquíes.

El Gobierno ha decidido este martes desplegar al Ejército en Ceuta para reforzar la actuación de las fuerzas de seguridad en el control de las fronteras tras la entrada, según el Ministerio del Interior, de más de 8.000 migrantes procedentes de Marruecos desde la madrugada de este lunes, aunque la Guardia Civil eleva la cifra hasta las 9.000 personas.