(Oído en radio, visto en TV) Isabel Rodríguez (SER): "Cuba no es una democracia"

En la SER, la nueva ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, se ha referido a la situación que vive Cuba: "Yo tengo claro lo que es Cuba y también lo que como ministra tengo que decir: Cuba no es una democracia. Hay ciertas reglas diplomáticas que hay que ejercer, en beneficio del pueblo cubano y del español".

También ha pedido a los ciudadanos "prudencia absoluta" ante el incremento de contagios de COVID-19 en España y ha defendido que la flexibilización del uso de la mascarilla en nuestro país se ha tomado "con responsabilidad". Isabel Rodríguez, que descarta por ahora volver al estado de alarma, ha destacado que la vacunación en España va "muy bien": "Esta semana llegamos al 50% de la población vacunada con dos pautas". Aún así, ha pedido a la ciudadanía "un último esfuerzo": "Todos estamos cansados y es verdad que se está disparando la incidencia. Esto requiere un llamamiento a la prudencia individual".

Isabel Rodríguez ha mantenido ya algunos contactos para tratar cuestiones que "estaban en la agenda" del exministro de Política Territorial, Miquel Iceta, como la comisión bilateral entre los gobiernos central y catalán. "Es una comisión muy importante. Tengo la sensación de que una década de conflicto político en Cataluña es mucho tiempo, hay necesidad de reencontrarse personal y políticamente".  

La portavoz asegura que si el Govern catalán insiste en celebrar un referéndum de autodeterminación la respuesta será que "en el marco de la Constitución y la ley cabe todo; fuera, nada. Deberían haber aprendido la lección, el Gobierno ha hecho un gesto muy importante (indultos a los presos del Procés) y ellos tienen que hacer su propio esfuerzo para el diálogo en Cataluña". Sobre los políticos que siguen huidos ha sido clara: "Si vuelen tendrán que ser juzgados". "Tengo confianza en que los independentistas estén en un nuevo tiempo y que el mensaje de diálogo del Gobierno de España sea valorado. No todo sigue igual". Y sobre un posible referéndum en Cataluña: "En el marco de la Constitución cabe todo. Fuera de ella, nada".

En Onda Cero, Carlos Alsina apuntaba: "En su afán por desquitarse del Constitucional, el gobierno martillea con el mensaje de que declaró el estado de alarma porque era lo más rápido y porque se lo estaban pidiendo los partidos políticos, los juristas y hasta la Organización Mundial de la Salud, según la historia que explicó en La Sexta Noche la ministra de Justicia Llop.

Reescribien la historia. A ver, la Organización Mundial de la Salud, estimada ministra, no advirtió al gobierno español de la gravedad de la situación tres días antes del estado de alarma. La OMS venía advirtiendo de la gravedad desde semanas antes, e instando a los gobiernos a que tomaran medidas. Cuando declaró que esto era una pandemia, el 11 de marzo, fue porque ya se había extendido el virus a casi todo el planeta. Agarrarse a esa declaración como prueba de que se actuó muy rápido es un viejo truco del departamento de persuasión y propaganda de la Moncloa. Tan viejo como el cálculo aquel que hizo una universidad británica sobre los efectos del confinamiento y que el gobierno lleva proclamando como si fuera un hecho comprobado desde hace más de un año. Y ahí sigue".

En la COPE, Pilar García Muñiz reflexionaba: "El Gobierno erre que erre. No rectifica. Sigue cuestionando la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró ilegal el primer estado de alarma.

Y no porque no sirviera para ayudar a frenar la primera ola de la covid. Sino porque el mecanismo utilizado no era el correcto... Entre otras cosas porque esquivaba el control parlamentario.

Es decir: El auto no cuestiona el fondo, sino la forma y apunta a que debería haberse decretado el estado de excepción. Pues el Gobierno, en lugar de pasar página, sigue erre que erre. La ministra de Justicia Pilar Llop, la misma, por cierto, que se atrevió a cifrar en 450.000 las vidas que salvó el Gobierno con ese estado de alarma sin concretar de dónde salen esos cálculos. Llama la atención que hablen de cuantas vidas han salvado y que sigan sin reconocer la verdadera cifras de fallecidos que es mucho más alta que la que ofrece el Ministerio de Sanidad. Así lo señalan los datos por ejemplo del INE".

En RNE, Edmundo Bal, vicesecretario general y portavoz de Cs, ha dicho: "En cuanto ha salido Cs, Ayuso ha salido corriendo para tratar de nombrar a dedo al Consejo de Administración de Telemadrid. Cuando estaba Cs se elegía a profesionales". "Hemos tenido un problema de comunicación con el votante. La gente no tenía la idea de que algunas cosas buenas se hacían gracias a Ciudadanos".

Sobre el liberalismo, ha apuntado: "Es defender el que nadie se quede atrás, que hay que proteger a los vulnerables, pero entender que la riqueza se genera en el mundo privado".

En Onda Cero, Fernando Ónega reflexiona en Más de uno sobre si el futuro de Ciudadanos es cuestión de etiquetas como "progresista" y "liberal": "La última vez que se habló de etiquetas en política lo hizo el gobierno para escabullirse de la discusión de si Cuba es una dictadura. “Etiquetar no es productivo”, dijo Nadia Calviño en una ocurrente salida de emergencia. Lo de productivo es lo propio de una ministra de Economía.

En las señas de identidad de los partidos, la etiqueta es inevitable, pero no decisiva. Es inevitable, porque la etiqueta define tus intenciones. Si tú no la pones, te la ponen los demás. Pero no es decisiva, por insuficiente. Con la definición de liberal, Ciudadanos rebasó el medio centenar de escaños, un respeto, pero también bajó a diez escaños, un castigo. Además de carné de identidad, un partido necesita un liderazgo que inspire confianza y seguridad, una base electoral y una ideología. Ciudadanos lo tiene todo y tiene, además, ganas de vivir. Y tiene algo menos frecuente: necesidad social de un partido que sirva de equilibrio entre dos bloques ideológicos cada día más enfrentados.

¿Qué le falta ahora? Tres cosas: alguna idea-fuerza que le aporte adhesiones, porque el decálogo que aprobó ayer está bien, pero no consigue salir del carril general; fidelidad de sus cuadros para que no sigan cayendo en las redes del PP y, sobre todo, algo urgente y fundamental: desterrar la idea tan extendida y destructora de que votar Ciudadanos es tirar el voto. Mientras Arrimadas no consiga eso, su partido es románticamente necesario, pero no tiene mucho que hacer".

En RNE, Joan Ramón Masclans, jefe del servicio de Medicina Intensiva del Hospital del Mar de Barcelona, ha asegurado que la situación de la UCI en esta quinta ola es muy mala y que se espera que sea todavía peor. “Superar 300 camas de pacientes COVID, el 42 %, supone una tensión del sistema increíble en una quinta ola que no debería haber ocurrido, al menos de esta magnitud”, ha explicado Masclans que además prevé que el número de ingresos siga subiendo. “No paramos de abrir plantas; es posible que lleguemos las 500 camas de ocupación. Nos estamos preparando para un escenario aún peor”, ha afirmado. Masclans ha detallado que el perfil de los pacientes es doble: por un lado pacientes no vacunados y otros que sí lo están pero que se infectan también ante la gran cantidad de virus circulantes. “De los pacientes inmunizados hay algunos mayores, pero es verdad que la media de edad ha bajado. Alrededor de 50 años de media. Tenemos pacientes de 25 que antes no veíamos”, ha concluido.

En la SER, Josep Maria Argimon, conseller de Sanitat de Cataluña, ha dicho: "Tenemos 4 millones de personas con pauta completa. De todos ellos, más de 840.000 podrían contagiarse. Las vacunas son efectivas para evitar enfermedad grave. Ahora, hay 160.000 personas que podrían enfermar de manera grave". "Las personas ingresadas en UCI, mayoritariamente, no están vacunados o no tienen la pauta completa". "Vamos a luchar contra la enfermedad evitando el contagio".

"Cuando leí el decreto de retirada de mascarilla, estaba de acuerdo. Pero sí he hablado con la ministra que la mascarilla nos recordaba que seguíamos en pandemia". "El criterio de reparto de vacunas es  transparente. Todos los territorios tenían previsión de que la semana pasada íbamos a bajar a 400.000 dosis administradas, siendo la mayoría segundas dosis".