Aunque aumentó las ventas ( 3,34%) y sigue siendo el segundo fabricante de vehículos del mundo tras Volkswagen. En su último año fiscal (abril 2016 a marzo 2017), Toyota ha visto cómo los mayores costes y la apreciación del yen han lastrado su beneficio neto (-21%), situándolo en 14.763 millones de euros. El mayor valor de la moneda nipona tuvo un impacto negativo de 7.581 millones y el incremento de costes restó 4.274 millones. El beneficio operativo bajó un 30,1%, hasta 16.057 millones. Mientras, la facturación fue de 222.648 millones, ligeramente inferior (-2,8%) a la del ejercicio anterior. Y todo ello a pesar de que Toyota aumentó ventas ( 3,34%) hasta 8,97 millones de unidades y sigue siendo el segundo fabricante de vehículos del mundo tras Volskwagen. Claro que Toyota espera que los tipos de cambio sigan perjudicando sus cuentas en el presente año fiscal. En concreto, prevé nuevas caídas en los beneficios neto (-18,1%) y operativo (-19,8%), así como en la facturación (-0,4%). Cristina Martín cristina@hispanidad.com