La petrolera Royal Dutch Shell ganó 11.923 millones de dólares (unos 10.163 millones de euros) hasta junio, un 135% más.

El beneficio atribuido en el segundo trimestre fue de 6.024 millones de dólares (5.134 millones de euros), un 290% más que en el mismo periodo de 2017, mientras que en ese plazo se distribuyeron dividendos por 3.900 millones de dólares (3.324 millones de euros).

El consejero delegado, Ben van Beurden, subrayó la recompra de acciones como "un paso más" en la reestructuración de la empresa.

"Complementa el progreso hecho desde que se completó la adquisición de BG en 2016 para redefinir nuestra cartera mediante el programa de desinversión de 30.000 millones de dólares (esos 25.572 millones de euros) y de nuevos proyectos, y reducir la deuda neta", afirmó.

Van Beurden señaló que "el marco financiero se mantiene intacto" y enfatizó que la perspectiva de flujo de caja libre y la fortaleza de la hoja de balance ofrecen la confianza necesaria para realizar la recompra de títulos.