El escándalo contable de BT en Italia llevó a la teleco a recortar sus previsiones de crecimiento a principios de 2017, algo que se concretó en el último trimestre del ejercicio con una caída de los ingresos del 3%.

Por eso, la compañía ha anunciado este jueves una profunda reestructuración de su negocio, más enfocado a la convergencia. Y una de las medidas más importantes será el despido de 13.000 empleados durante los próximos tres años. Hablamos, sobre todo, de personal administrativo y de mandos intermedios. De forma paralela, la compañía contratará a unos 6.000 ingenieros para el lanzamiento y desarrollo del 5G, y otros 6.000 trabajadores para el servicio de atención al cliente.

Junto a estas medidas, la teleco prevé reducir costes por valor de 1.714 millones de euros (1.500 millones de libras), así como invertir 4.229 millones de euros (en libras, 3.700 millones) para ampliar la red móvil y abrir treinta “modernos” centros de trabajo en el Reino Unido.