Los precios se mueven al alza también en la eurozona, como en España, pues la tasa de inflación se ha situado en el 2,1% en julio, según datos de Eurostat. Es decir, se ha incrementado una décima respecto al mes anterior y se mantenido por debajo del IPC español, que modero su crecimiento hasta el 2,2%.

En la eurozona se trata de la mayor subida de precios desde diciembre de 2012, por el encarecimiento de la energía (+9,5%) y los servicios (+1,4%). Mientras, los precios de los alimentos frescos moderaron su incremento: del 2,9% de junio al 2,6%.

En el conjunto de la Unión Europea (UE), la inflación ha subido un 2,2%, una décima más respecto a junio.