Los primeros descensos tras los máximos de 2013 fueron vertiginosos, pero ahora hemos llegado a una tasa de morosidad (5,86% en enero) muy difícil de reducir. De hecho, según los datos provisionales publicados este viernes por el Banco de España, la morosidad creció un 0,05% durante el primer mes del año. La causa: el recorte del volumen del crédito, que pasó de los 1,208 billones de euros de diciembre a los 1,198 billones en enero.

Los créditos dudosos descendieron en enero hasta los 70.228 millones de euros, frente a los 70.252 millones de diciembre y los 97.051 millones de enero de 2018.