La economía española se ha ralentizado en el tercer trimestre, pues ha crecido un 2,4% en tasa anual, una décima menos que entre abril y junio, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), y por debajo del 2,5% estimado el pasado 31 de octubre. Eso sí, acumula 19 trimestres consecutivos en positivo.

La pérdida de una décima en el PIB anual se debe a que la demanda nacional (consumo e inversión) ha aportado algo menos al crecimiento (2,8% en vez de un 3,1% como en el segundo trimestre). Mientras que la demanda externa (exportaciones e importaciones) ha restado cuatro décimas, dos más que en el anterior período.

Por su parte, el avance trimestral del PIB fue del 0,6%, igual que en los dos trimestres anteriores, encadenando 20 alzas consecutivas. Y el empleo creció un 0,7%, una décima menos que en el segundo trimestre, aunque en términos anuales, se mantuvo a un ritmo del 2,5%, lo que supone 450.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en un año.