Los dos hablan, cara a cara y sin tapujos, sobre Dios, la enfermedad, la muerte, el suicidio y el amor

En su agenda, 20 días antes de su muerte en 1939, Sigmund Freud, a quien Chesterton calificó de "mente sucia", tenía planeada una reunión con un profesor de Oxford en Londres. No se sabe de quién se trataba. ¿Y si hubiera sido C.S. Lewis, autor de 'Mero Cristianismo' y popular por sus cuentos de 'Crónicas de Narnia', uno de los mayores difusores en el siglo XX, tanto de la literatura fantástica como de un cristianismo razonable?

Esa posibilidad -improbable pero factible y estimulante- llevó a Mark ST. Germain a escribir la obra de teatro 'La sesión final de Freud', cuya versión española se representa en la sala pequeña del Teatro Español desde el pasado 13 de enero.

Es un duelo intelectual, lleno de humor y de humanidad, entre dos grandes mentes, la de Freud y la de Lewis, con frases que dan mucho que pensar, y seguridades que chocan con la vida, la guerra y la cercanía de la muerte.

Pablo Ferrer

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