El resto se distribuye entre medianas y microempresas. Sólo las grandes han recuperado los niveles de empleo precrisis. Entre 2008 y 2017, periodo en el que vivimos la crisis económica, dos millones de personas perdieron su empleo, de los que la mitad correspondió a las empresas pequeñas -de 10 a 49 trabajadores-. El resto se distribuyó entre medianas -de 50 a 249 empleados- y microempresas -de 1 a 9-, según recoge el Informe Anual de la Empresa Mediana Española. A pesar de que la recuperación económica ha impulsado el empleo, sólo las grandes empresas (aquellas que tienen más de 250 trabajadores) han recuperado los niveles previos a la crisis. En concreto, desde el año 2013, destaca su incremento del número de afiliados (35% del total), muy superior al de las pequeñas (23%) y medianas (18%). Esto refleja que el trabajo autónomo o en microempresas puede ser un cierto refugio a la crisis, pero este efecto se debilita a medida que la recuperación económica se consolida. Claro que no sólo hay pérdida de empleos, también de empresas. En el caso de las medianas, desde el inicio de la crisis han desaparecido más de 5.000, o sea una de cada cuatro. Pero la peor parte se la han llevado las pequeñas (casi 45.000 menos) y las microempresas (43.000 menos). Mientras, las grandes sólo han visto reducido su número en 215. Cristina Martín cristina@hispanidad.com