Boeing no levanta cabeza. La crisis del 737 MAX ha desplomado el beneficio neto un 95%, hasta los 336 millones de euros en los nueve primeros meses, y ha provocado el despido del jefe de aviones comerciales, Kevin McAllister. La facturación fue de 52.705 millones (-19%) en dicho periodo y el flujo de caja negativo alcanzó los 2.597 millones en el tercer trimestre.

El fabricante aeronáutico estadounidense cayó en bolsa el lunes (-3,7%) al revelarse que está siendo investigado por la Administración Federal de Aviación (FAA) por ocultarle información inquietante sobre el software de los 737 MAX. Sin embargo, Boeing prevé que la actualización del sistema de dicho avión sea aprobada a finales de año y pueda aumentar la producción (y por ende, recuperar pedidos).