En medio del fuego cruzado, los cristianos se ven obligados a permanecer ocultos El templo de la Inmaculada Concepción en Aden, Yemen, fue destruido recientemente durante un bombardeo de la Fuerza Aérea de Arabia Saudita a los rebeldes Houthi presentes en el país, según informó Independent Catholic News. El templo, construido en 1960, era uno de los pocos lugares de culto católicos de Yemen y servía a la comunidad católica local, compuesta esencialmente de extranjeros, particularmente de trabajadores provenientes de India. Su destrucción ha sido entendida como un daño colateral de la guerra, pero todos conocemos las pocas simpatías de los árabes -gobernados por el wahhabismo, una corriente religiosa musulmana de la rama mayoritaria y radical del sunismo- por las iglesias cristianas... La situación de los creyentes en Yemen fue explicada recientemente por el Vicario Apostólico del Sur de Arabia, Mons. Paul Hinder, en diálogo con Radio Vaticano. El prelado indicó que en medio del fuego cruzado los cristianos están obligados a permanecer ocultos, y las muertes de civiles han motivado las advertencias de los gobiernos a los extranjeros residentes en el país a abandonar el territorio, situación que incluye a quienes trabajan en labores de atención humanitaria. A pesar de la temible situación de los creyentes, la reciente celebración de la Resurrección fue un mensaje de esperanza en medio de la dificultad. "Hay alguien más fuerte que los poderes políticos, y éste es el poder del Señor Resucitado", expresó Mons. Hinder. "Sólo puedo decirles que no están solos, hay muchos, muchos en el mundo que se preocupan por ustedes, pero por supuesto nuestros recursos son limitados excepto los increíbles recursos que tenemos en la oración y la solidaridad en nuestra fe". José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com