La empresa gana 431,8 millones hasta septiembre ( 6,3%) pero no cambia de sede porque ya está domiciliada en Irlanda. Los resultados hasta septiembre de Grifols siguen pendientes de su asignatura pendiente, el apalancamiento, eso que miran y remiran los analistas para recomendar el valor o retiran su confianza. Pues bien, en ese capítulo, va a peor, ya que ha aumentado la deuda neta un 29,6%, hasta 5.244,8 millones. En el resto de epígrafes pocas sorpresas. La compañía catalana gana 431,8 millones, un 6,3% más, con aumento de ingresos del 10% (3.250 millones), y un Ebitda de 961 millones ( 14%). El fuerte es Grifols es su división de Biocience (el 80% de las ventas), que crece un 11,6%, y el área de mayor facturación EEUU y Canadá (68% de las ventas). Son, en fin, dos registros, que explica todo lo demás. Otra cosa es el cambio de sede social de Cataluña, algo que preocupa a otras empresas -buscan seguridad jurídica- pero a Grifols -algo en lías con las proclamas independentistas del patrón de los Grifols, Víctor Grifols, aunque fuera ya del mando ejecutivo, que delegó en su hijo y en su hermano. Tampoco es una sorpresa, teniendo en cuenta que la empresa está domiciliada en Irlanda para pagar menos impuestos. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com