El mundo del deporte femenino es uno de los más afectados con las leyes trans que corren a lo largo y ancho del mundo. Uno de los casos que más polémica ha suscitado en torno a las competiciones de mujeres con deportistas trans, ha sido el de la nadadora Lia Thomas -antes Will-. Y es que, la Federación Internacional (FINA) de natación propuso una nueva categoría para acoger a los transgénero, dado que las nadadoras que competían con Thomas se niegan a batirse con deportistas transgénero que superan sus posibilidades por una simple cuestión biológica: son hombres. Más reciente el caso que contamos en Hispanidad un atleta trans que batía el récord en los 200 metros... en la categoría femenina.

Ante el aumento de casos y las polémicas desatadas, la federación internacional de atletismo, World Athleticsm presidida por Sebastian Coe, anunció que las atletas trans no podrán competir en categoría femenina en pruebas internacionales.

Pese a esta medidas y otras que han tomado muchos Estados de Estados Unidos, los casos polémicos seguían llegando. Por ejemplo, el de Tiffany Thomas, ciclista transgénero, que arrasaba en una prueba disputada en Nueva York. La trayectoria de Thomas es, sin duda, meteórica: desde que empezó a competir en categoría femenina ha conseguido dominar todas las carreras a las que se ha enfrentado y ha fichado por uno de los mejores equipos.

Ante esta situación, la federación británica de ciclismo (British Cycling) ha tomado una decisión y ha anunciado que prohibirá la participación de las personas trans en las competiciones femeninas, las nuevas normas entrarán en vigor a final de este año y dividen las categorías en dos: open y femeninas.

Así, las mujeres transgénero, los hombres transgénero, los individuos no binarios y aquellos a los que se les designó como varones al nacer podrán participar en la categoría Open y en la categoría femenina solo podrán participar las personas a las que "se les asignó el sexo de mujer al nacer".

Y ojo, porque la actual categoría masculina quedará integrada en el futuro en la Open, en la que también podrán competir las personas a las que se les asignó el sexo de mujer al nacer, pero se sienten hombres.

El CEO de la British Cycling, Jon Dutton, justificó la decisión: "Hemos pasado muchos meses analizando tres áreas: primero, una consulta con los atletas afectados y la comunidad ciclista en general; segundo, examinado las investigaciones médicas disponibles hasta ahora; y tercero, desde una perspectiva legal en relación con la Ley de Igualdad".