Como recogió Hispanidad, la dictadura de Daniel Ortega condenó este viernes 10 de febrero a Mons. Rolando Álvarez Lagos, a 26 años y 4 meses de cárcel, acusado de ser “traidor a la patria”, tan solo un día después de que el régimen expulsara a 222 presos políticos a Estados Unidos.
El también Obispo de Matagalpa se había negado la tarde a tomar el vuelo con esos otros 222 deportados, entre ellos cuatro sacerdotes, y decidió quedarse para acompañar a los católicos que sufren la represión de la dictadura.
El Papa Francisco aludió ayer, durante el rezo del Ángelus, a la situación de Mons. Rolando Álvarez: "Las noticias que llegan desde Nicaragua me han entristecido no poco, y no puedo dejar de recordar aquí con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien tanto quiero, condenado a 26 años de cárcel, y también a las personas que han sido deportadas a Estados Unidos. Rezo por ellos y por todos los que sufren en esa querida nación, y pido vuestras oraciones. Pidamos también al Señor, por intercesión de la Inmaculada Virgen María, que abra el corazón de los responsables políticos y de todos los ciudadanos a la búsqueda sincera de la paz, que nace de la verdad, la justicia, la libertad y el amor, y se alcanza mediante el ejercicio paciente del diálogo".
Por su parte, la Conferencia Episcopal Española ha publicado una nota ante la situación en Nicaragua:
"La Conferencia Episcopal Española sigue con dolor la preocupante situación que se está viviendo en Nicaragua con el destierro de un numeroso grupo de sus ciudadanos a Estados Unidos y la condena del obispo de Matagalpa, Mons. Rolando Álvarez a 26 años de cárcel y la desposesión de su ciudadanía nicaragüense.
En estos momentos nos unimos a los sentimientos de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua que sufren persecución por parte del gobierno del país por la defensa de la libertad de los nicaragüenses. Pedimos a todos los católicos y a todas las personas de buena voluntad su oración por la resolución pacífica de este conflicto y un compromiso activo por la paz que tiene su fundamento indiscutible en la justicia.
Al mismo tiempo pedimos a las autoridades de Nicaragua que escuchen la voz del pueblo al que sirven, tomen sus decisiones con espíritu de servicio al bien de todos y liberen a los presos encarcelados por motivos políticos.
Que Nuestra Señora de Lourdes cuide de su Iglesia y de sus pastores en Nicaragua y retorne pronto al país la concordia y la paz".