Leo en El País que "España no es país para liberales", titular de un artículo que, por su contenido, habría que trocar en esto: España no es un país para engañabobos.
Según fuentes de Ciudadanos, que sinceramente no sé si confunden sus deseos con la realidad, porque su sueldo también depende de ello, Inés Arrimadas, flanqueada por Edmundo Bal, el único fiel que le queda, ha decidido alargar la agonía de Ciudadanos a cualquier precio, lo que supone, tanto para don Edmundo como para doña Inés, alargar su sueldo y su presencia pública al límite.
El mito de lo público cunde en España, por lo que se precisa un partido liberal, pero liberal de verdad, no progre-liberal... como Ciudadanos
Ya hemos dicho que lo de Ciudadanos es un liberalismo de paja. Su triunfo se debió a que surgió en un momento en que, como aseguraba uno de sus diputados más lúcidos: si hoy inscribes en España un partido político que se llame "estoy hasta el gorro de los catalanes"... consigues un millón de votos sin hacer campaña.
Pero la fiebre pasó y un partido no puede mantenerse sin un ideario y por una fiebre pasajera.
Además, el concepto liberal que pretende resulta bastante equívoco. Por resumirlo mucho, digamos que hay dos tipos de liberalismo. Por un lado, está el liberalismo progresista, al que se ha apuntado Inés Arrimadas y que tiene su antecedente más próximo en el "todo es opinable" del Mayo francés. Y ya saben, si todo es opinable ya hay algo que no es opinable: que todo es opinable.
Cs triunfó porque surgió en un momento en que si inscribías un partido político que se llameara "estoy hasta el gorro de los catalanes"... conseguías un millón de votos sin hacer campaña
En este liberalismo de paja es en el que han entrado, de hoz y coz, doña Inés y don Edmundo, y como naturalmente es una falsedad desde hace siglos, pues resulta que España, en efecto, y afortunadamente, no es país para este tipo de liberales.
El otro liberalismo sería el defensor de la propiedad privada, el liberalismo económico, mucho más serio y mucho más aceptable, a la par que mucho más necesario, por cuanto la gran estafa política actual en España consiste en aceptar que lo público es de todos, cuando el dinero público no es otra cosa que el dinero que el Gobierno extrae de nuestros bolsillos y aplica según le viene en gana.
El mito de lo público cunde en España, por lo que se precisa un partido liberal, pero liberal de verdad, no progre-liberal... como Ciudadanos.
¡Vuélvete a Cataluña, Inés!










