En España se empieza a hacer realidad lo de Abraham Lincoln: no se puede contentar a todos todo el tiempo. 

Pedro Sánchez pretende hacerse el moderado pero apoyado por la extrema izquierda (comunistas y separatistas) para mantenerse en Moncloa... y los ciudadanos le retiran apoyo. PP pretende hacerse de centro derecha para fagocitar a Ciudadanos y dejar a Vox como ultra: también pierde apoyos.

Dos encuestas (Electomanía y El Mundo) otorgan la mayoría a la derecha, como suma de PP y Vox. En el caso de El Mundo, además, se trata de mayoría absoluta. 

Podemos toca suelo e incluso repunta, Vox repunta claramente tras un periodo de estancamiento. Al PP, es cierto, no sólo le pierde su afán centrista, el que a Casado le imponen Feijóo, Moreno y Mañueco sino, además, su enfrentamiento con Díaz Ayuso. De hecho, la izquierda dedica más improperios a Ayuso que a Casado.

En cualquier caso, en estos dos sondeos se vislumbra el síndrome Casado: cuanto más se 'modera' y se 'centra' más votos pierde. El PP languidece mientras Vox se afianza. Y el PSOE, en el mejor de los casos, paralizado. Eso es lo que preocupa en Moncloa: que aunque han copado todos los resortes de poder y aunque todo el aparato de propaganda monclovita intenta mostrar a un Sánchez moderado... la gente se aleja del sanchismo y sigue dando la victoria a la derecha... a pesar de que ésta ande perdida en querellas internas.