Consejo de Ministros del martes 27. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, empieza a aparecer como lo que ha sido siempre: una eurócrata bluf. Es el estilo Nadia: si el presente parece tenebroso es que usted no mira bien. De cualquier forma, el futuro se presenta radiante… y todo gracias al Gobierno. En cualquier caso, mantiene el crecimiento para este año en un 6,5%. Si lo logra, no será bueno, porque venimos de un descenso del 11%.

Estilo Nadia Calviño: si el presente parece tenebroso es que usted no mira bien… y el futuro se presenta radiante

Luego está su manía de contar los parados según los que salen del erte. Mire usted, el erte es una subvención que dispara el déficit público que, por cierto, cerrará con un 5%. No crea empleo, sólo retrasa su destrucción. ¿Nos damos cuenta de que es una barbaridad? El techo de gasto volverá a batir el récord, aproximándose a los 200.000 millones de euros. Es decir, más déficit y más queda. La única buena intención de Calviño es que reduce la deuda es 30.000 millones de euros, No está mal, pero eso es una gota en la piscina.

Presume del plan de emprendimiento: es decir, joven, móntate tu propia empresa. Bien está lo de que sea posible crear una empresa con un 1 euro de capital, pero mejor sería que le eximieran de impuestos durante el primer año… o los primeros años. Sobre todo los impuestos laborales, las cuotas.

El plan de emprendimiento: será posible crear una empresa con un 1 euro de capital. Mejor sería que le eximieran de impuestos durante el primer año… o los primeros años. Sobre todo los impuestos laborales, las cuotas

Nadia Calviño y María Jesús Montero venden cómo un éxito que se vayan a crear más de 30.000 puestos de trabajo de funcionarios Pues no sé yo dónde está la buena noticia: ¿30.000 burócratas más? ¿Y qué pasa con la productividad? ¿Y con la industrialización de España? Seguimos igual: que inventen ellos y que produzcan ellos. ¿Por qué no crear 30.000 empleos en la industria, aunque sea pública?

Alerta machismo, alerta idiocia. Aborto: cargarse la objeción de conciencia de los médicos

En el entretanto, nueva alerta contra el machismo, es decir alerta idiocia. La verdad es que lo que prepara Irene Montero, la ministra Frankenstein no es más que el aborto obligatorio para el abortador, a costa de cargarse la objeción de conciencia de los médicos y obligarles a perpetrar la matanza, al menos en los hospitales públicos.