Esenciales con el hombre,
son la vida y la muerte.
Destino inalterable,
es la segunda,
y el hombre que la mira,
de frente,
vivir la primera lo hace,
debidamente.
Mas quien juega con la vida,
de otros,
en beneficio propio
y de poder,
y oculta en ese juego,
sus muertes.
La muerte, en su muerte,
hará justicia:
en esta vida, en la otra,
y en la historia.