Pondrá el Paladín, en ristre su lanza,
para defender a quien es su amada,
y su enseña, de colores rojo y gualda,
que anudo en la punta de su lanza.
 
Se enfrentará al fusco escudero,
que con manifiesta deslealtad usa,
funciones, y poder que así usurpa,
y dejarlo quiere, en mero florero.
 
Y a los que fueron traidores arteros,
con una sonrisa los ensartará,
y al que se creyó ya rey, humillará.
 
En la punta de su lanza, brillarán
los vivos colores rojo y gualda,
al defender el honor de su amada.