Panacea utópica la del bienestar,
que utilizan cual si láudano fuere,
que no cura, sino que adormece,
quienes ostentar el poder ansían.
 
Y así, el pavor al sufrimiento
y a sus causas, al olvido envía
quien el bienestar material ansía,
cayendo en un utópico intento.
 
Con esta perspectiva, palabras
como Dios, pecado, eterna vida;
con soberbia fatua, son despreciadas.
 
Y en su lugar alzan, en su puesto,
a la pobre criatura perdida:
en el vientre, el dinero, el sexo.