Iba pensativo y cabizbajo,
caminando y meditando:
en una filosofía fracasada,
en los ignorantes y su credo,
en la envidia y su evangelio,
en la mediocridad y su aureola,
en la miseria y en su reparto,
que al ser igualitario, era virtud.
Y al final del camino vi una luz,
que un gran cartel iluminaba,
dónde en grandes letras, escrito estaba:
Eso que piensas, es el socialismo,
al que ahora le llaman progresismo.
 
                                      Inspirado en unas palabras de WINSTON CHURCHILL