Has sido hecho para la grandeza.
Ser señor y dueño de esta tierra,
transmitir la vida, poblar la tierra.
Hijo de Dios, en una vida eterna.
 
¡Ay, por qué entró en ti la soberbia!
Y con ella la muerte de la carne,
la envidia, el dolor, las miserias;
que te apartaron de esa grandeza.
 
No es la comodidad de este mundo
que persiste en evitar el heroísmo,
la que en el caminar de la vida,
te llevará a recuperar la grandeza.
 
Es el heroísmo de tu espíritu,
que el Amor elevará a la cima,
quien te llevará hasta la eterna vida;
dónde hallarás, la que es tu grandeza.