Como el perro del hortelano:
ni gobierno, ni gobernar dejo,
pues el único con ese derecho:
Yo me creo
 
Y gobernar solo, es lo que quiero,
y como sólo ciento veintitrés tengo;
del rey abajo, a todos tomo el pelo,
y al país, con cuentos entretengo.
Mientras, mi campaña a cabo llevo,
llevándome a toda la parroquia:
a mi huerto.
 
A este le digo: eres mi compañero.
Luego, lo vetaré en su momento.
A los otros: que abstenerse deben,
cuando yo no lo hice, en su tiempo.
Los que esperan en la cárcel, seguirán
en sazón, mientras con expectativas:
los deleito.
 
Ya, que decidido hace tiempo tengo,
que nuevas elecciones se convoquen,
y subir muchos enteros con ello.
Para gobernar solo y a mí antojo:
y cobrar de aquellos, los malos ratos
que pasar me hicieron, en el Parlamento:
y en los medios.
 
Como el perro del hortelano:
ni gobierno, ni gobernar dejo,
pues el único con ese derecho:
Yo me creo.