Y sonaron las campanas,
convocando al Aquelarre.
Más en esta edad moderna,
fue un tuit el convocante.
De un ministerio moderno,
igualitario y desafiante.
Y allá que fueron en masa,
por la avenida moderna,
trasladándonos, sin querer,
a la alta edad Media.
Y van acompañadas,
de grandes bobalicones
bucos, de mirada ambigua,
también machos cabríos,
como moderna Arcadia.
Y al ser ahora una y tantas,
no tratan de formar corros,
ni llevan antorchas encendidas;
portan en sus manos pancartas
y a la luz de la luna desfilan,
gritando y revindicando,
con un lema, hoy y en este día,
lo que quieren y necesitan:
solas y borrachas, queremos llegar a casa.