José Manuel Albares, ministro de Exteriores, ha asegurado este viernes que "Ni La UE ni la OTAN se están preparando para la guerra". Lo dijo para afirmar que estamos en la vía diplomática pero lo cierto es que fue una lamentable confesión. Porque UE y OTAN deberían estar preparándose justamente para eso, para la guerra y, al tiempo, intentando que la guerra no se produzca.

Actitudes como esta, generalizadas en Europa, es la que hacen que Putin camine siempre por delante de Bruselas y de Washington. Simplemente, el mundo libre no quiere defender sus valores pero, al mismo tiempo injuria a Rusia hasta cuando no es necesario.

En cualquier caso, termine como termine lo de Ucrania, lo cierto es que Putin ha confirmado sus sospechas: EEUU y Europa no creen en nada y, por tanto, son incapaces de arriesgar la vida por defender su principios.