A un panal de miel que se estaba rellenando,
acudieron de nuevo las abejas zánganos,
que antes lo habían destrozado y vaciado;
con la nueva reina que lo había ocupado.
 
Más, no habiendo sido elegida para el cargo,
lo ejercía con mentira y con descaro.
Empezando a vaciar de nuevo la colmena,
que con tanto esfuerzo rellenaban las obreras.
 
Y ahora que a elecciones se presenta:
¿cómo es posible que lo elija la colmena
sabiendo que su destrucción representa?
 
Ingrata, ligera y casquivana la colmena,
que si vota al fraude, el engaño y la mentira;
le acarreará su definitiva condena.