Decíamos ayer, que las medidas anunciadas por Mario Draghi (en la imagen),  presidente del BCE, son negativas para la economía mundial, como lo ha sido la política de la Reserva Federal norteamericana. El mundo se ha convertido en un océano de liquidez a mayor gloria de los rentistas, mientras el Nuevo Orden Mundial (NOM) sigue fabricando dinero como solución a los problemas, en lugar de fabricar bienes y servicios.

La banca española se dispone a vender deuda pública
(casi 300.000 millones)

Dicho esto, hay que distinguir entre lo urgente y lo importante. Lo urgente es que, ahora mismo, la inyección de dinero del Banco Central Europeo servirá para animar, no la economía, pero sí la economía financiera.

Por eso les trascribo el mejor análisis que he visto sobre las consecuencias del subidón Draghi. Ahí va:

"Medida esperada y bien recibida. Hay que ver en qué grado se traslada a la economía real. Liquidez barata ya había con las LTRO y el crédito no se activó. La percepción es que tendrá un efecto limitado sobre la concesión de crédito (una mala empresa no tiene crédito aunque haya mucha liquidez). La clave del crédito va estar en la recuperación económica: a mayor recuperación, más demanda de crédito. 

De todas formas, dado que el BCE penaliza (-0,20%) el depósito en el BCE, lo más plausible es que se traslade a la economía real y que, por tanto, en mayor o menor medida sea un estímulo a la economía y a la generación de confianza.

La liquidez que se va a inyectar hará bajar el EONIA (tipo interbancario a 1 día) lo que impactará en el Euribor y en la concesión de hipotecas.

Parte de esa liquidez podría ir también a reforzar la solvencia de las entidades, pero dado que se acaban de pasar los AQR y stress test no parece lo más probable.

Se prevé que las entidades venderán su deuda, la española u otra de otros países (actualmente la banca española tiene 296.000 millones de euros en deuda pública española) y que el BCE cumplirá íntegramente la previsión de los 60.000 millones por cuanto en ello le va su credibilidad.

Tiene la virtud de ser un programa abierto (hasta septiembre de 2016 o hasta que la inflación alcance o supere el 2%). Si no se consigue este objetivo de inflación, lo más probable es que alarguen el programa en el tiempo o modifiquen las condiciones de la compra de deuda, que ahora son: el BCE sólo compra el 25% de cada emisión y el 33% de cada emisor".

Si alguien cree que se disparará el crédito que pierda toda esperanza

Es decir, un financiero al que agradan las medidas de Draghi pero que tiene los pies en tierra… y la entiende a la perfección. Entiende, por ejemplo, que:

1. Más dinero no significa más crédito a la economía real.

2. Lo más importante: lo importante no es que haya mucho dinero sino que hay mucho crecimiento.

3. Los principales beneficiados del océano de liquidez serán los bancos (venderán deuda) y los Gobiernos (emitirán deuda). Sólo recordemos que endeudarse siempre es malo: sea a tipos altos (muy mal) o a bajo coste (menos malo). Pero siempre malo.

4. Toda medida monetaria, especialmente expansiva, es pan para hoy y hambre para mañana.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com