No se pierdan este vídeo, corto a fuer de enjundioso, del padre Santiago Martín.

La diferencia es clara: la Iglesia africana permanece fiel a la Iglesia mientras la jerarquía católica alemana pregona la ideología de género y otras muchas sandeces. La primera crece en número de miembros, mientras la Iglesia teutona se diluye en la herejía y en el cisma, en un memorial de nueva reforma luterana.

Mientras, el martirio fomenta las vocaciones en África, la buena vida de la jerarquía alemana desemboca en una sangría de fieles, por otra parte sangría de lo más lógico: cuando hay diócesis donde hacen huelga de primeras comuniones porque el Papa no crea el diaconado femenino, en el continente negro aumenta el número de mártires, semilla de nuevos cristianos. El hereje es semilla de deserción. La sangría de fieles en la iglesia alemana conduce a la extinción o a su conversión en iglesia protestante. Es decir, en un cristianismo ‘light’.

Los mártires africanos son semilla de nuevos cristianos, los herejes alemanes, semilla de deserción

Y, mientras los medios de comunicación españoles callan ante esa tragedia permanente. Aquí seguimos el racismo prusiano y las chorradas de la jerarquía católica germana, mientras ocultamos la tragedia de nuestros hermanos africanos.

¿Por qué será?

Y, naturalmente, muchos obispos alemanes, a punto de irse por el desagüe no dejan de dar lecciones al resto de la cristiandad, empezando por el Papa Francisco. 

No pretenden un nuevo credo sino unos nuevos mandamientos. Sobre todo, una nueva moral sexual. ¿En que estarán pensando ellos durante todo el día?

Pero Santiago Martín lo cuenta mejor que yo. Mucho mejor.