- Entonces ganó la derecha pero la izquierda no aceptó el resultado.
- ¿Cuál es el factor que une a la izquierda en 2015? La misma cristofobia que en 1933.
- Sólo que ahora la derecha que tiene enfrente no es derecha cristiana, como la de 1933, sino pagana.
- Por eso, a los cristianos les toca el papel de víctimas.
Si se repasan
los resultados de las elecciones republicanas de 1933 comprobaremos que se parecen mucho, demasiado, a las encuestas de 2015 para las
Generales del 20 de diciembre. Entonces ganó la derecha CEDA y los radicales centristas, pero gobernaron a muy duras penas y de forma vergonzante.
La izquierda se puso violenta e intentó cargarse la votación democrática con la revolución socialista. En cualquier caso no gobernó la fuerza más votada. Al final, Revolución de Asturias y represión sangrienta.
Hoy la tentación es similar. El Partido Popular puede ganar las elecciones o puede hacerlo el PSOE, pero existe en los socialistas el mismo furor de antaño por
obtener el poder a cualquier precio. Si no son la fuerza más votada, podrían aliarse con Ciudadanos por la derecha o con Podemos por la izquierda, pero también podrían aliarse con los dos. Todo vale.
Sus principios son firmes pero su ambición lo es más.
¿Y cuál es el factor que les une? El mismo que en 1933: un guerracivilismo latente, un odio al contrario, que ahora se llama progresismo y durante la
II República anticlericalismo. Dicho de otra manera: ¿Qué une a PSOE, IU, Podemos, Ciudadanos -sí, también Ciudadanos- y otros aliados nacionalistas? Son muy distintos pero a todos ellos les une una
cristofobia común.
Como entonces. ¿Qué tenía que ver el PSOE con el PCE o con los anarquistas de FAI? El odio a Cristo.
El panorama en la izquierda es en 2015 igualito que en 1933. Sin embargo, en la derecha es distinto. Aquella derecha, con todos sus defectos,
tenía una fe firme. De hecho la defensa de su fe en Cristo fue lo que permitió al golpista general
Franco ganar la guerra. Hoy no, hoy España cuenta con una derecha pagana cuando no claramente anticlerical y/o masónica: la de
Mariano Rajoy y el Partido Popular. El PP no cumple ni uno sólo de los valores no negociables de
Benedicto XVI: vida, familia, libertad de enseñanza y bien común.
Y todo ello nos acerca al guerracivilismo. Sólo que ahora no hay dos fuerzas armadas en pie: una al lado de la Iglesia, otra enfrente. Hoy no, hoy sólo hay verdugos progres frente a víctimas cristianas.
Es muy molesto.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com