¿Qué hace falta para que Occidente empuñe las armas contra el Califato Islámico? ¡Que están matando a cristianos!
Ni Obama, del que los republicanos aseguran que, cuando abandone la Casa Blanca, se confesará islámico; ni Europa, la cobarde Europa de la economía; ni el propio Mariano Rajoy, que tanto presumía de haber entrado en el Consejo de Seguridad de la ONU levantan la voz para acabar con la masacre islámica. ¿Cuántas degollaciones o violaciones necesita Occidente para reaccionar?
El responsable de Boko Haram ha jurado vasallaje al jefe del ISIS, al Califa, esto es, al asesino oligofrénico Abu Bakr al Baghdadi y lo mismo ha hecho Libia. La cosa se extiende. Occidente está amenazado pero sus líderes guardan un silencio cobarde.
En definitiva, lo que tienen que hacer esos líderes, lo primero, es derrotar al Estado Islámico en tierras de Iraq y Siria, pero también en Nigeria y en Libia. Sí, George Bush provocó una guerra e hizo mal, pero ahora hay que terminarla, antes que estos salvajes acaben con nosotros. Y las guerras siempre las gana la infantería. En tierra.
Y cuanto antes, porque, de otra forma, la marea se contagiará a otros países de África y de Asia. Por ejemplo, al peligroso Paquistán.
Pero no se trata sólo de empuñar las armas sino de aplicar el criterio de reciprocidad a todo el mundo árabe, también a aquellos países 'amigos' de Occidente, como Arabia Saudí. Si en los países islámicos no se permite a los cristianos edificar iglesias tampoco Occidente permitirá la construcción de mezquitas.
Y ambas cosas hay que hacerlas cuanto antes.
Que sí, que estamos en guerra con el islam. O les hacemos frente o acabaremos siendo sus vasallos. Y ya sabemos lo que eso significa. Por ejemplo, los españoles.
Eulogio López