• No olvidemos que, entre comunistas, la purga no es algo malo.
  • Es la forma en que el líder se consolida, a costa de crear terror entre sus colaboradores.
  • O sea, que Pablo Iglesias es Stalin e Íñigo Errejón es Trotsky.
  • Iglesias terminó su perorata sobre Errejón a lo Lenin, con una amenaza: "creo que Íñigo lo ha entendido".
  • Podemos imita al PP: considera que, ante el desastre del PSOE, los votantes de izquierda sólo pueden votar a Podemos.
Íñigo Errejón piensa que Podemos tiene que moderarse para poder ganar las elecciones. Pablo Iglesias (en la imagen), el líder, piensa que no: hace lo mismo que el PP de Rajoy con la derecha: sólo me podéis votar a mí. Por tanto, Iglesias se radicaliza porque piensa que los de izquierdas sólo pueden votarle a él ante el desastre actual del PSOE. Lo menos es quién tiene razón, lo de más es la bronca entre ambos, porque ambos son comunistas, incluido Errejón, que abomina del concepto. Y entonces es cuando Errejón escribe un artículo diciendo esto, al que Iglesias responde como lo que es: un ignorante, pedante… y con instinto asesino, o sea, con muy mala leche. Lo primero: Iglesias acusa a Errejón de banalizar el debate. ¿Por qué, si eso está en la médula de Podemos y de su ideología, campeón? Escribir un artículo criticando al líder. Trasparencia. Criticar esto es propio de un pedantón como don Pablo. Al mismo tiempo, asegura que Errejón ha acudido a las etiquetas: tontuna propia de un ignorantón como él. Las etiquetas también pueden llamarse definiciones, que es ciencia principal, sobre todo en materia política. ¿Que se ha ejecutado a través de un artículo en un diario? Pues parece una crítica bastante trasparente, Pablete. Y la diatriba de Iglesias contra Errejón, termina, cómo no, en amenaza: "Creo que Íñigo lo ha entendido". ¿Comprendes Errejón? Él es Stalin, tú Trotsky y ya se sabe cómo acabó cada uno. Te doy una pista: el primero murió en su cama. Los chicos de la derecha se equivocarían si pensaran que las batallas internas, así como las purgas, en un partido comunista, perjudican la unidad de éste. Nada de eso. En el comunismo, el líder se consolida con las purgas, porque toda la camarilla y todos los afiliados entran en estado de terror. En el Olimpo comunista la gente no se ama: se teme. Y el buen líder comunista no se gana a los suyos: los aterroriza. Igualito que Pablete. Es un buen comunista. Eulogio López eulogio@hispanidad.com