Las personas, los españoles, necesitamos que nos duela el amor. Al parecer, de otra forma no lo valoramos. Y el abotargamiento actual no presagia nada bueno.

A lo mejor necesitamos una guerra. Por de pronto, la crisis económica ha tenido unos cuantos efectos  positivos: no es la bonanza que nos hizo olvidar la noción misma del bien, por no hablar de nuestro olvido de Cristo.

El mundo vive una especie de perpetua 'Noche de los gritos', donde cada uno tiene miedo del otro pero no sabe por qué
La verdad es que el mundo empieza vivir una especie de 'Noche de los gritos': todos contra todos, matándose por miedo al otro y por miedo al miedo, viendo sombras donde no las hay. Con el dolor más terrible del guerrero: no saber con quién luchar ni contra quién, sólo pendientes de su miedo.

Insisto, la crisis nos ha hecho valorar la sobreabundancia que poseíamos y ahora, para poder sentir el amor, sin el cual no podemos vivir, necesitamos que nos duela, que nos cueste conseguir ese amor, que no se nos dé gratis. De otra forma, lo despreciaremos.

Eulogio López

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