Letitia James, fiscal general de Nueva York. Afrodescendiente y con aspecto de estar tremendamente preocupada por la ola de racismo que nos invade -o sea, muy imparcial-. Doña Letitia ha pedido la disolución de la Asociación Nacional del Rifle. Los fiscales no expresan opiniones sino que inducen sentencias. O sea, que lo suyo no es libertad de expresión sino más bien coerción. Para entendernos: que a la fuerza ahorcan.

Los fiscales son gente objetivísima. Por eso, ningún malpensante debe sospechar que la fiscal neoyorquina actúa así llevada por su mala fe de dañar la reputación del candidato republicano Donald Trump en las próximas presidenciales del primer martes después del primer lunes, esto es el próximo 3 de noviembre. ¡Noooooo!

La verdad es que si Estados Unidos se convierte en un país progresista el mundo va a sufrir un verdadero cataclismo. Trump se ha convertido en uno de los defensores del Occidente cristiano asediado… también por el propio Occidente.

Naturalmente nuestra querida TV pública lo ha traducido así: La asociación Nacional del Rifle es uno de los principales donantes a la campaña de Donald Trump.

Eso sí, a RTVE se le ha olvidado que la Planned Parenhood es uno de los principales soportes financieros de Joe Biden y del partido demócrata. 

Vamos con la cuestión de fondo, el pacifismo, Para los progres el asunto está muy claro: prohibido vender armas, así no se podrá matar a nadie. Sin embargo, el aborto debe ser libre y gratuito. Abortar es matar a hijo en las mismas entrañas de la madre, al sujeto más inocente y más indefenso de todos. Y eso, según los progres, es un derecho. Además, hay que financiar más abortos en todo el mundo. A los pobres hay que matarlos antes de que nazcan que luego no hacen más que pedir.

Venta de armas. En Estados Unidos se tiene la convicción de que cada ciudadano tiene derecho a defender su hogar y a los suyos. Además, adoran las armas de fuego porque consideran que es la forma en la que un hombre débil puede defenderse de un hombre más fuerte. Y lo mismo ocurre con una mujer frente a un varón. Se trata de salvar la diferencia en fuerza bruta.

Ahora bien, ese principio justificaría la compra de un revólver, que no de una ametralladora. Y en eso estoy de acuerdo con quienes pretenden restringir la Asociación del Rifle. Para proteger tu casa del ladrón no se precisa un rifle de repetición.

Pero lo más importante de todo: el aborto es un asesinato. Portar un arma no te convierte en asesino, aunque la utilices en legítima defensa. Cierto que cuando abres la posibilidad a cualquiera surgen los abusos, sobre todo si se venden todo tipo de armas. Ahora bien, la hipocresía de la fiscal neoyorquina no brilla menos por ello.

En cualquier caso, uno puede permitir que le financie la Asociación Nacional del Rifle, pero lo que de ningún modo puede permitir es que le financie Planned Parenhood. El aborto es mucho más grave y es, siempre, un homicidio cobarde que debe ser prohibido en defensa del más inocente y más indefenso de todos los seres humanos.

Es la diferencia en Donald Trump y Joe Biden, aunque lo que nos cuente RTVE sea otra cosa.