- Al menos, hasta neutralizar al profanador.
- Estamos hablando de legítima defensa.
- En España tenemos de todo: cristofobia y anticlericalismo, todo a un tiempo.
- Lo primero es más grave, tiene tintes satánicos e impunidad penal.
- Y todo esto ocurre con muchos católicos, y no pocos clérigos, mirando hacia Gibraltar, al cobardón grito de "no será para tanto".
- El objetivo final de los satánicos es que la autoridad prohíba la Eucaristía para 'salvaguardar la paz social'.
España está viviendo
una verdadera oleada de profanaciones eucarísticas y de atentados, cada vez más abiertos, de
corte anticlerical. Por cierto, todo esto ocurre con muchos católicos, y no pocos clérigos, mirando hacia Gibraltar, al cobardón grito de "no será para tanto".
Es decir, que
en España tenemos de todo: tenemos cristofobia y anticlericalismo. Lo primero es peor y tiene tintes satánicos:
el profanador no va a robar objetos de valor, sino formas consagradas. Es decir,
es satánico, se trata de odiadores de la Eucaristía. Y claro, recuerden que la
Iglesia, y el mundo, aún cuando no lo sepa, vive de la
Eucaristía.
Otras sacrilegios son mezcla de
cristofobia y
anticlericalismo (de odio a Cristo y de odio a su Iglesia), y entonces nos encontramos con un energúmeno que golpea a un cura mientras oficia el Santo Sacrificio y derriba las formas consagradas.
Por cierto, ¿qué hay que hacer en esos casos? En mi opinión
defender al Santísimo con violencia. Sí, he dicho con violencia, al menos hasta neutralizar al atacante. Porque estamos hablando de
legítima defensa.
Y mucho me temo que el proceso no ha hecho más que empezar.
Pero esto no es grave. Lo grave comenzará cuando, para evitar altercados, empezarán a oficiarse misas vigiladas y, finalmente, se acote o prohíba la Eucaristía por razones de orden público.
Y entonces es cuando pasaremos de una Iglesia perseguida a una iglesia mártir. O a unos católicos mártires, vaya usted a saber.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com